Cuando llegué a León esperaba encontrarme una antigua ciudad castellana anodina y gris, pero lo que descubrí fue una ciudad llena de vida, con callejuelas llenas de tascas y de bares con encanto, repleta de gente donde se mezclan forasteros y oriundos tomando un vino y una tapa en sus barrios históricos, el Húmedo y el Romántico.
Y es que León es una ciudad con joyas arquitectónicas donde conviven a la perfección el arte moderno con el arte gótico y donde podemos encontrar desde murallas romanas o medievales hasta obras de Gaudí.
La ciudad la dividiría en tres zonas, la zona vanguardista, el centro o barrio romántico y el barrio húmedo. Del León vanguardista destacar sin lugar a dudas el Musac, un edificio de una sola planta de formas geométricas y de gran colorido, desde fuera da la sensación que estuvieras contemplando una gran paleta de colores o una caja de acuarelas, claro homenaje a las vidrieras de la catedral de León. Es un edificio que transmite una imagen contemporánea que contrasta con su interior de hormigón de techos altos y donde han sabido jugar a la perfección con la luz natural en sus diferentes salas. El propio edificio es una obra de arte en sí mismo y sin duda una visita obligada en la ciudad.
Caminando hacia el centro tenemos el Barrio Romántico donde encontramos el Palacio de los Guzmanes, construido por Gaudí. Lo que más me sorprendió fue su fachada con los cuatro torreones en sus esquinas, rematados en pináculos de pizarra. Frente al edificio encuentras una fantástica escultura urbana de Antonio Gaudí sentado en un banco. Siguiendo por la Calle Ancha, que es una calle peatonal llena de terrazas donde puedes hacer un descanso y tomar un café te encuentras con la inmensidad de la Catedral de León, una joya de estilo gótico con más de 1.800 m2 de vidrieras, cuando entras te sorprenden las luces de las descomunales vidrieras solo comparables a las de Notre Dame.
Casi tan conocido como la catedral es el Barrio Húmedo y sus estrechas callejuelas, es la zona más popular de la ciudad, en este barrio encuentras multitud de bares de tapeo y restaurantes de comida típica leonesa que por la noche se convierten en pubs de copas donde puedes tomar algo en un ambiente muy agradable. La zona se encuentra entre la Plaza de San Martin y la Plaza Mayor. Muy cerca de allí está la Plaza del Grano, se la conoce con ese nombre porque allí tenía lugar el comercio del grano y de productos del campo. Es una de la plazas con más encanto de la ciudad y que no puedes dejar de visitar, donde se conserva aún el empedrado característico de la época medieval.
Estos son algunos de los magníficos lugares que visité en mi viaje a León, sin duda quedan muchos más rincones con encanto por descubrir, como el Hostal de San Marcos, la Plaza de Santo Domingo, el Museo de León o los restos de la muralla romana, lugares que hacen de León una ciudad que se disfruta desde el minuto uno.
